En esta segunda parte empezamos a analizar algo que sí nos incumbe y que tiene mucho que ver con nosotros los médicos, que es precisamente las conductas que pueden surgir o aparecer entre los laboratorios y los médicos que son los que formulan la medicación.
Vamos a ver que hasta el verano del año 2002 no existía un código para guiar las relaciones entre laboratorios y médicos, lo cual indudablemente se iba a prestar para que se pudieran generar allí prácticas que no son éticas, prácticas que podríamos llamar non sanctas.
Vemos como el Global, en junio 28 del 2003, pública como un equipo de inspectores ajenos a la industria debería velar por la correcta promoción de los fármacos para evitar que los laboratorios estuvieran dándole muchos incentivos, mucha gabela, mucho elemento a los médicos para de alguna manera comprar las voluntades.
Muchos estudios clínicos están siendo manipulados por la propia industria para que se calle, para que se silencien informaciones que de otra manera hubieran impedido que dicho producto saliera al mercado.