Se ha comprobado que la inflamación está relacionada con el estado de ánimo y con el riesgo de desarrollar enfermedades de naturaleza mental. Entender esta relación nos abre la puerta a prevenir y entender las causas que generan la inflamación.
El azúcar, los productos químicos entre otros componentes, son causales que generan una inflamación significativa en nuestro cerebro.