Comprendiendo entonces el papel del oxígeno en los procesos de salud y enfermedad, necesitamos introducirnos al análisis, al conocimiento de lo que es el estrés oxidativo.
El oxígeno sabemos y dijimos que se puede comportar toxicamente a menos de que poseamos claros y efectivos mecanismos antioxidantes, pero igualmente hay que reconocer que muchos factores interfieren, bloquean, hacen incapaz el proceso de antioxidación y es allí donde necesitaríamos entonces el soporte terapéutico.
Las células normalmente son capaces de defenderse de las especies reactivas de oxígeno a través de sistemas enzimáticos como por ejemplo la catalasa.