¿Te has detenido alguna vez a mirar el horizonte y sentir su inmensidad?
Mañana añadiremos un nuevo ejercicio a tu rutina de Vida Saludable, uno que conectará tu alma con tu espíritu y fortalecerá tu presencia plena.
Encuentra un espacio donde puedas mirar hacia el horizonte, ya sea a través de una ventana, en tu jardín o simplemente mirando al cielo. Si no puedes hacerlo físicamente, cierra los ojos e imagina ese horizonte infinito entre el cielo y la tierra.
Este hábito te ayudará a conectar con el espacio que te rodea y apreciar su inmensidad. Llena tu alma de gratitud al recordar que todo está dispuesto para ti, que el camino ya está trazado y tú eres quien lo dirige.
Mañana daremos un paso más en esta hermosa ruta hacia tu bienestar. Descansa esta noche y prepárate para descubrir el horizonte que espera por ti.